top of page

A propósito de la maldad


En casos muy mediáticos como el del pequeño Gabriel, asesinado por la pareja de su padre, o el más reciente de las niñas Olivia y Anna, asesinadas por su propio padre, nos preguntamos cómo debería tratar la sociedad a estas personas.


Los políticos de izquierdas y de derechas suelen tener diferentes posiciones políticas con respecto a dicha cuestión. Y eso sucede porque los supuestos o concepciones filosóficas en los que cada uno de ellos se basa, son también diferentes.


Los de izquierdas tienden a ser menos estrictos a la hora de condenar a los malos y menos partidarios de la pena de muerte o la cadena perpetua, al contrario que los de derechas.


La izquierda suele ser heredera de Rousseau y revolucionaria (hay que acabar con el orden de cosas existente) y suele basarse en la idea de que las personas son el fondo buenas y siempre recuperables. Es la sociedad clasista en la que uno nace la responsable de haber corrompido moralmente a las personas que, en su estado natural, serían buenas. Por ello es necesario crear una nueva sociedad en la que desaparezca la explotación. Y mientras tanto qué hacemos. Pues aplicar medidas que permitan dar oportunidades a los malos y reinsertarse.


La derecha es conservadora y no cree que haya que cambiar la sociedad de arriba a abajo, sino solo reformar lo que haya que reformar. Parte del supuesto de que cada uno es responsable al final de sus actos y que la sociedad debe defenderse con las penas adecuadas del mal que producen los individuos y de que hay individuos (ellos mismos, por ejemplo violadores asesinos, lo defienden en ocasiones) que son irrecuperables y de que la sociedad no puede exponerse a sus inevitables crímenes cuando los deja en libertad.


Sea como sea parece que, como defienden algunos psiquiatras, hay un determinado porcentaje de gente que es realmente mala, sin paliativos, ya sea por naturaleza o porque el ambiente los ha moldeado así.


Hace unos años leí esta reflexión del filósofo Gabriel Albiac sobre este tema de la maldad, que da que pensar. Aquí os la dejo.







bottom of page